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martes, 18 de septiembre de 2012

Refundidos

La técnica del refundido es una forma sencilla y práctica de "reinventar" una jabón, a partir de jabón que ya tenemos hecho, ya sea para reutilizar restos de jabón que nos vayan quedando en la jabonera, o recortes de alguna barra que hemos cortado y dado forma, como para rectificar algún jabón que no nos ha quedado como queríamos o al que queremos añadir algo.

Es muy sencillo y podemos hacer un jabón sólido o convertirlo en jabón líquido.

Lo primero que tenemos que hacer es rallar o trocear muy menudo el jabón que queramos refundir y lo ponemos en un recipiente al baño maría. 
Si queremos obtener jabón sólido, añadimos un 10% de agua con respecto al peso del jabón. Por ejemplo, si tenemos 100 grs de jabón añadimos 10 grs de agua. El agua la debemos añadir despacio según se vaya fundiendo el jabón, procurad no echarla toda de golpe porque podría pasar que no se integre bien en la mezcla. Vamos calentando y removiendo de vez en cuando suavemente para que no haga espuma hasta que nos quede una crema homogénea.

Si por el contrario queremos un jabón líquido, añadimos la misma cantidad de agua que de jabón, es decir 100 grs de agua para 100 grs de jabón, y hacemos lo mismo, remover suavemente según se va fundiendo. Si vemos que se nos queda demasiado espeso, podemos añadir poco a poco una pequeña cantidad; es mejor quedarse cortos de agua e ir añadiendo, porque si nos pasamos y se nos queda demasiado líquido ya no tiene arreglo, a no ser que rallemos más jabón y volvamos a empezar el proceso. Hay que tener en cuenta que el jabón está más líquido cuando está aún calente y cuando se enfría se queda más espeso. Para saber cuándo tiene la textura que queremos podemos sacar una cucharadita de la mezcla, enseguida se enfriará y veremos su textura final para saber si debemos añadir más agua o no. 

Cuando tenga la textura deseada, dejamos enfriar un poco (en el caso del jabón sólido no demasiado porque se empezará a solidificar según se vaya enfriando) e incorporamos lo que queramos añadir: aceites esenciales, algún colorante, aditivos... y removemos suavemente para integrarlo.


Y a demás podemos "tunear" un jabón a nuestro gusto y echarle imaginación. Podemos por ejemplo sustituir el agua por alguna infusión.

Yo he hecho este jabón líquido a partir de algunos recortes que tenía de un jabón de Castilla y otro de vino y canela. Al final le he añadido una cucharada de miel y unas gotas de aceite esencial de naranja.




3 comentarios:

  1. Pues esto si que es reciclaje y aprovechar hasta el último gramo.
    Qué buenas ideas.

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  2. ¡Estupenda técnica! Gracias por compartir :)

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  3. Gracias por el post!! muy bien explicado cada paso. Ahora toca ponerlo en práctica.....

    lascosasdebelita.blogspot.com

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